Attitude makes difference
Lo que pasa es que este fin de semana me he llevado una pequeña decepción. Yo, una de las cosas que mas valoro es trabajar en un ambiente relajado, y claro, pensaba que un ambiente más relajado que el de un domingo seria imposible encontrar. Me equivoqué. Llegué a las 9 y poco (hay que notar que mis jefes llegaron a las 10 bien pasadas, ser jefe es lo que tiene) y a partir de las 11 la oficina empezó a llenarse. A mediodía hicimos el pico de afluencia con más de 10 personas en mi sala (teniendo en cuenta que hay como unas 6 salas más, no me lo quiero ni imaginar).
Test. Eres un adicto al trabajo (llamase triunfador e implicado) si a menudo...
1 Trabajas más horas de las obligatorias.
2 Llevas trabajo a tu casa después de la jornada laboral.
3 Hablas mucho de lo que has hecho o lo que vas a hacer en el trabajo.
4 Comes rápidamente para poder seguir con lo que estabas haciendo.
5 Trabajas contrarreloj para acabar tus tareas.
6 No delegas, porque crees que nadie será capaz de hacer las cosas tan bien como tú.
7 No coges las vacaciones ni los puentes que te corresponden.
8 No tienes otra afición que no se ciña a tu trabajo.
9 Reduces tus viajes y tu vida social para adaptarte a necesidades laborales.
10 Olvidas cumpleaños, aniversarios y otros compromisos familiares.
11 Eliges a tus amistades entre tus compañeros de trabajo.
12 Consultas en casa de forma repetida tu correo electrónico para ver si tienes una reunión y tienes el móvil siempre a mano por si llama tu jefe.
En definitiva: le voy a regalar una de mis fotos a mis padres para que se acuerden de mí, una muñeca de plástico a mi novio para que no se olvide de como se hacía (está empezando a echar un brazo que da miedo) y yo me pillaré un par de gramitos de coca a ver si consigo vencer el sueño a partir de las 9 de la noche y consigo superar mi ridículo récord de 20 horas seguidas trabajando.
PD: Espero que podáis llegar a percibir toda la ironía, asqueo, desengaño, cabreo y frustración que he intentado desprender de este post.