dijous, 25 d’octubre del 2007

Somnis (Mes yeux fermes)

Somnis...
Era ja estiu i tu anaves amb els teus texans i la teva samarreta blanca (si, aquella que et quedava tan bé…) i el teu somriure de noi dolent que encara ara em desperta tants records. Se’m van passar les hores volant parlant de tot i de no rés.
Ens vam despedir a l’entrada de l'estació sense saber si ens tornaríem a veure.
Mentre baixaves les escales, et menjava amb els ulls…


dijous, 18 d’octubre del 2007

Madrid...


Después de un fin de semana de mierda de tres dias( eso no tiene nombre...solo se salvó por el reencuentro con Oscar y la visita de César) y una papa de las que hacen historia, me he ido a Madrid. A pesar de que ha sido por trabajo, tengo que reconocer que ha sido una estancia más que tranquila.
Después de dejar los bártulos en el hotel que quedaba justo al pie de las Kio, quedé con Andreu y Miguel, dos de mis chicos lausannoises a los que quiero mucho. Hizo mucha ilusión volver a verlos. Solo faltaba estar en el salón de mi piso de Lausanne para sentirse exactamente como hace 5 meses. Esta vez cambiamos el escenario y estuvimos en un bar al lado de Cuatro Caminos echando unas cañas y tomando un par de tapitas. Habrá que volver a repetir y esta vez con más tiempo y tranquilidad.
Al día siguiente tuve tiempo para pasearme por Sol y por las calles de los alrededores. Cogí el metro a las 7 desde Cuzco con la emoción de volver a sentir el ambiente y las gentes de tiempo atrás. A las 7:20 estaba saliendo por las escaleras que dan justo al lado del Oso y el madroño. Cuantos recuerdos... realmente me encanta esa ciudad.
Una vez recorridas las tranquilas calles de la plaza Mayor me metí de lleno en el río de gente que había en Preciados hasta llegar a Callao, con sus luces y su ajetreo. Son incontables las veces que la puerta del cine de esa plaza había sido punto de reunión con los amigos. Después de 2 años sin estar allí me volví a sentir como en casa. Me quedé con ganas de más.
Queda pendiente ir un fin de semana para degustar un bocadillo de calamares en Atocha, uno de mis rincones favoritos de Madrid.
Os dejo la letra de la canción Madrid de Pereza. No sé porque pero cada vez que la escucho me lleva directa a las luces de Gran Vía.




Bajando por donde los garitos,
dejándome caer por la cuesta abajo.
He estado tan solito
hasta que te he encontrado.

Tocando en tu telefonillo,
me dices que aun te queda para un rato.
Tómate tu tiempo, aún no ha anochecido,
yo te espero en Casa Paco.

Y qué gusto da estar enamorado
y pasear contigo del brazo.
Traigo rosas rojas para ti,
eres mi rincón favorito de Madrid.

Bebiendo y charlando
riendo y bailando,
bailando y bailando, va pasando el tiempo
no hay nada como las noches de verano,
no hay nada como las ganas que te tengo.

Noches de Siroco, terracita Antón Martín,
y ese bar de Tirso que te gusta tanto a ti,
por la espina dorsal de la gran vía
derrapa una sirena de la policía

Y qué gusto da estar enamorado
y pasear contigo del brazo.
Traigo rosas rojas para ti,
eres mi rincón favorito de Madrid.

Mi piel necesita tu piel,
mi boca necesita tu boca,
dame de beber.
Y desnuditos y ya en tu cama,
luz de farolas tras las persianas,
vuelvo a la vida cuando me tocas,
nace una estrella nueva en Atocha.
Estoy loco por ti,
eres mi rincón favorito de Madrid.



Con cariñito a esta estupenda ciudad.

dilluns, 1 d’octubre del 2007

Vida de una consultora novata.

Últimamente, solo hago que escuchar: Estás loca!!! Yo de ti ya lo habría dejado! Y eso por qué?? Porque trabajo más que un chino explotado en una de las fábricas de Nike.
Esto de ser consultora tiene sus pros y sus contras. Contras: clarísimo, los horarios infernales. El jueves pasado me encontré a tres de mis compañeros a las 9 en la oficina. Hasta ahí, todo normal. El problema: llevaban la misma corbata = llevaban allí desde las 9 de la mañana del día anterior. Y no es la primera ni la segunda vez (ni la tercera, ni cuarta, ni...) que veo hacer sesiones de 24 o 36 horas ( de momento yo solo he vivido el hacer 17 horas y ya pienso que es durillo, el día que me llegue hacer 24, me muero). Esto de hacer 'overtime' todos los días es algo habitual. Ayer salí a las 7 ( mi hora de plegar) y me sentía una escapista. Consiguen cambiarte el chip de una manera extrema ( ya te digo, consiguen hacerte sentir mal por salir a tu hora...). Aparte, el estrés que puedes llegar a vivir, es considerable.
Recuerdo cuando estaba estudiando, como ser consultor tenía un glamour increíble. Siempre bien vestidos, con sus trajes, su portátil, sus PDA's, todo el día de viaje, yendo a comer a buenos restaurantes pagados por la empresa, etc... Y yo pensaba.. ostia... q suerte esto de poder llevarte el portátil a casa. Ahora pienso: putada, este fin de semana m lo tengo que llevar! Ciertamente, ahora mi vida consiste en pasarme el día trabajando (de 9 a 9 los días que hay suerte) y dejar el lunes por la mañana una nota en el frigorífico: cariño, nos vemos el viernes por la noche . Tengo que añadir que voy todos los días a dormir a casa, pero por lo que veo a mi chico, como si no fuera, En fin, muy triste.
Y claro, ante todo esto piensas: y que coño estoy haciendo aquí? Y es que en en el fondo tiene su cosilla. Es un sentimiento de no pero si. La emoción del día a día, la posibilidad de alternar: saber que hoy estás aquí pero mañana a lo mejor ya no, hoy estás programando en Java y mañana a lo mejor estás programando en SQL y hoy tu cliente es Generalitat y mañana al igual es La Caixa. Aunque aun no llego al extremo de pensar esto que he encontrado por algún que otro blog de consultores: "A veces he tratado de imaginarme fuera del negocio. Sentado, por ejemplo, en una oficina "clásica" (funcionarial, vamos, que es el paradigma de la oficina clásica), dentro de un mismo departamento por lustros, compartiendo mesa y café con los mismos compañeros durante meses, y meses, y años, y años. Y, francamente, se me ha caído el alma a los pies... "
Espero no llegar nunca al punto de canviar mi manera de ver la vida professional de esa forma. En fin, a ver cuanto aguantamos...
A+!!