dijous, 29 de març del 2007

Entre las sábanas


Hay días en los que no te levantarías, y hoy ha sido uno de ellos. Estaba en la cama enrollada entre las sábanas tan calentitas... y lo que me esperaba ahí fuera no era nada que me agradase. Y estaba pensando en como echo de menos Barcelona... la playa, sus colores, su olor, sus ruidos... y todos los que están allí, mi mami!!, mis niñas, a ti. Un rayo de sol juguetón ha entrado por la ventana hasta llegar a mi cama. Venga, Agnès, arriba!! A lidiar otra vez con el mundo. Unos se van y otros vienen... Un gran home ha marxat...

dilluns, 12 de març del 2007

La generación de los 80

Barrio SésamoDesde que estoy aquí en Suiza, más de una noche de xerradeta nos hemos puesto melancólicos hablando de nuestra infancia (¿será que nos estamos haciendo mayores?) y qué buena que fue… Este post es para todos aquellos que nacimos en los 80 (años arriba, años abajo), para todos los que estamos trabajando para poder pagar un piso (¿he dicho piso?) de 30 m2 durante los próximos 40 años.
Nosotros no estuvimos en la Guerra Civil, no votamos la Constitución y nuestra memoria histórica comienza con las olimpiadas del 92 (parece que fue ayer que siendo un moco me fui a ver las competiciones de salto). Aunque no nacimos en una dictadura (y por los pelos nos fue, con el golpe de estado del 81), siempre hemos tenido una fuerte conciencia democrática y a pesar de eso, se nos dice que no tenemos ideales. Vimos caer el muro de Berlín y a Boris Yelsin borracho tocarle el culo a una secretaria; gritamos “OTAN no bases fuera”, sin saber muy bien qué significaba y nos enteramos de golpe un 11 de septiembre.

Somos la última generación que hemos aprendido a jugar en la calle a las chapas, la peonza, las canicas, la comba, la goma o a matar y, a la vez, somos la primera que hemos jugado a videojuegos, hemos ido a parques de atracciones o visto dibujos animados hechos por ordenador (La Sirenita fue un bombazo). Los Reyes Magos no siempre nos traían lo que pedíamos (la bici nunca me llegó…), pero oíamos (y seguimos oyendo) que lo hemos tenido todo, a pesar de que los que vinieron después de nosotros sí lo tienen realmente y nadie se lo dice.
Se nos ha etiquetado de generación X y tuvimos que tragarnos "bodrios" como: Reality Bites, Melrose Place o Sensación de vivir (te gustaron en su momento, vuélvelas a ver, verás que chasco). Lloramos con la muerte de Chanquete, con la puta madre de Marco que no aparecía ni a la de tres, con las putadas de la Señorita Rottenmayer a Heidi . Salíamos de casa por la mañana, jugábamos todo el día, y solo volvíamos cuando se encendían las luces. No había móviles y quedábamos a tal hora en la plaza de abajo (porque siempre había una plaza “ahí abajo”) y punto. Nos rompíamos los huesos y los dientes y no había ninguna ley para castigar a los culpables. Nos abríamos la cabeza jugando a guerras de piedras y no pasaba nada, eran cosas de niños y se curaban con mercromina (roja) y unos puntos y al día siguiente todos contentos.

Somos la generación de Espinete, Barrio Sésamo, Los mundos de Yupi y las pesetas rubias. Nos emocionamos aún hoy con Superman, ET (¡qué lagrimones…!) o En busca del Arca Perdida. Series como el "El coche fantástico", "Oliver y Benjí”, “El equipo A”, “SonGoku”…nos hacían soñar. Vimos los primeros despelotes en la televisión privada con las mamachichos.

Mirando atrás es difícil creer que estemos vivos en la España de antes: nosotros viajábamos en coches sin cinturones de seguridad traseros, sin sillitas especiales y sin air-bags, veíamos como nuestros padres ponían la baca del coche hasta el culo de maletas para ir de vacaciones a Peñíscola, hacíamos viajes de más de 3h sin descanso con cinco personas en el coche y no sufríamos el síndrome de la clase turista. No tuvimos puertas con protecciones, armarios o frascos de medicinas con tapa a prueba de niños. Andábamos en bicicleta sin casco, ni protectores para rodillas ni codos. Los columpios eran de metal y con esquinas en pico. Íbamos a clase cargados de libros y cuadernos, todo metido en una mochila que, rara vez, tenía refuerzo para los hombros y, mucho menos, ruedas!!! Comíamos dulces y bebíamos refrescos, pero no éramos obesos. Si acaso alguno era gordo y punto. Comíamos Phosquitos, Panteras Rosas y los Tigretones eran lo mejor.
Compartimos botellas de refrescos y nadie se contagio de nada. Como mucho, nos contagiábamos los piojos en el cole, cosa que nuestras madres arreglaban lavándonos la cabeza con vinagre caliente (o los mas afortunados con Orión) y las más drásticas, cortándonos el pelo.

Y ligábamos con l@s niñ@s jugando a beso, verdad y atrevimiento o al conejo de la suerte, no en un chat. Éramos responsables de nuestras acciones y arreábamos con las consecuencias. No había nadie para resolver eso. La idea de un padre protegiéndonos, si trasgredíamos alguna ley, era inadmisible, si acaso nos soltaban un guantazo o un zapatillazo y te callabas. Tuvimos libertad, fracaso, respeto, éxito y responsabilidad, y aprendimos a crecer.

¿¿Tú eres uno de ellos??

dimarts, 6 de març del 2007

Cuanto frikismo...

Rebuscando por Internet cosas absurdas en mis kit-kats en el laboratorio (que dura es la vida del proyectista…) he encontrado estas páginas para traducir tu nombre a las distintas lenguas. Realmente hay taaanto friki suelto por ahí...

ÉLFICO

CHINO
Frikis
JAPONES

EGIPCIO

GOTICO

HADA

HOBBIT

POKEMON

PRISION

STAR WARS

JEDI

VAMPIRO

ROBOT


Aunque no sé quién es peor, si el que crea estas páginas o el que las encuentra (en estos últimos me incluyo yo... DIOS MIO!! ) Por cierto...m encanta mi nombre en Hobbit (será porque me siento identificada? ¬¬).


Ale! A pasar el rato haciendo el idiota…

divendres, 2 de març del 2007

Barcelona, city of night

Barcelona… ¡pero qué bonita que es! He estado por allí este fin de semana, una visita relámpago de esas que te dejan con la miel en los labios. Un finde expréss para salir, emborracharse, pasear, comer con la familia, dejar que te mimen, ir de compras y tener la tarde perra viendo la tele (ese “truc” desconocido por mi desde que estoy aquí), cascándome todas las series cutres que pude. Voy a ser sincera, esta vez me daba palo bajar. Una vez que ya has vuelto a conseguir aposentar el culete en tierras extrañas, cuesta volver a hacer maletas, coger avión y bla, bla, bla. Pero una vez estas allí… si es que como las paellas de la mama no hay nada (¿por qué todos decimos que es nuestra madre la que hace la mejor paella? Aunque la mía, la hace buena, buena…). Y como te cuidan…que si que te hago hoy para comer, que si necesitas algo, que si te voy a comprar tu postre favorito…eso si, eso solo dura una semana. A los pocos días de estar otra vez dándoles todo tu amor, dejas de ser la reina y pasan otra vez a maltratarte. Porque eso mismo me pasó en Navidades… los 4 primeros días muy bien pero al 5° ya me estaban chillando por coger cada día el coche y llegar pasadas las 12… cosas de madres.
Les RamblasBueno…como iba diciendo, ¡que bonita que es Barcelona! El sábado me fui a dar un paseo por las Ramblas y, “sorprendentemente”, a las 8 de la tarde había… ¡gente paseando! ¡vida! ¡ruido! Casi me pongo a gritar de la emoción. Ooooooh, que gustazo…que gustazo tener que ir con el bolso bien cogido para que no te den un tirón, que gustazo tener que esquivar los borrachos que te vas encontrando por los callejones, que gustazo estar 10 minutos para avanzar 10 metros en Portaferrissa y sobretodo….que gustazo pagar 5 euros por una coca cola a las 10 de la noche en medio de las Ramblas para ver a todos los personajes variopintos que pasan por delante. Al menos allí se dignan a tener los bares abiertos hasta horas “intempestivas”… ¡Si señor!